Distintas opciones para realizar un encuadre sencillo

Hoy me dispongo a explicar la manera que tengo de encuadrar y colgar un rompecabezas. Para empezar debo decir que no soy nada partidario de escoger un marco elegante y señorial. Quiero evitar dar al puzzle un acabado de despacho y me inclino más por un aire desenvuelto y juvenil decorando las estancias de mi casa. Vayamos a ver los casos que os propongo.

Y es que dependiendo de las dimensiones del puzzle con el que deba trabajar, el método escogido variará un poco. Hasta 4000 piezas simplifico bastante todo en general y me basto solo de una madera contrachapada de 7 mm de espesor, cortada a medida. Suelo alargar medio centímetro por lado para tener un poco de margen a la hora de pegar con cola blanca el puzzle. Pero antes de encolar nada, debemos pintar de negro o un color oscuro el canto y el perímetro de la madera para obtener un buen acabado.

Una vez fijado y engomado con látex, clavamos por detrás 4 pequeños tornillos con mucho cuidado de no perforar ninguna pieza. Enroscamos dos finas cuerdas destinadas a sortear en la mesura que sea posible la combadura de la madera y, que vamos tensando a medida que atornillamos. Más adelante veremos como resolvemos del todo este problema.

Con puzzles de tamaño superior, es conveniente disponer de listones transversales para dotar de mayor rigidez a la estructura. Para asegurar una buena consistencia, harían falta unos de 2,5 cm de ancho x 2 cm de grueso como mínimo. Aunque a decir verdad, estos, a mi gusto, separan demasiado el puzzle de la pared y prefiero rebajar el grueso del listón en pro de una estética más perfilada. Así que usaremos unos más delgados de 2,5 cm x 1 cm.

Tomamos como modelo el mismo 6000 que detallé en el primer post del blog. Las medidas del puzzle son 156 x 107 cm. Deberemos pues disponer de dos listones horizontales de 156,5 cm y dos verticales de 102,5 cm (tomo veis, tenemos en cuenta el medio centímetro extra de la madera y restamos también de los lados, los 5 cm de anchura (2 x 2,5) del listón inferior y superior). Una vez tengamos el recuadro montado, primero dividimos por la mitad la parte horizontal (107,5 / 2 =53,75), con otro listón de 151,5 cm que vaya de punta a punta. Y segundo, seccionamos entre tres el espacio vertical restante (156,5 / 3 = 52,16), con dos listones por cada lado de 50 cm (53,75 – 2,5 – 1,25 = 50), que insertaremos entre los listones horizontales y el listón intermedio.

Posteriormente, enderezaremos el rompecabezas clavando unas pequeñas hembrillas en los listones, que unidas a unas alcayatas distribuidas en los puntos claves de la pared, impiden la curvatura del puzzle al mismo tiempo que le sirven de soporte. En nuestro ejemplo, hemos utilizado 1 juego por cada lateral vertical + 2 juegos por cada lateral horizontal.

Con puzzles más pequeños, simplificaremos el sistema mediante el uso simple de alcayatas, que ajustaremos directamente a la pared con tacos del 4 o del 5. Y ya para finalizar, cubriremos la parte visible de la alcayata con algún tipo de funda, para evitar el roce con el rompecabezas y su posible deterioro.

Tomando como referencia la longitud del puzzle en cuestión, repartiremos 2 o 3 alcayatas x cada lado horizontal + 1 o 2 x cada lado vertical (en el esquema, especifico algunas muestras que tengo colgadas según la cantidad de piezas). Cuando más cercanas estén de las esquinas, más minimizaremos el efecto arqueo

Y eso es todo por hoy. Espero de nuevo que haya sido de vuestro agrado.

La manera que tengo de organizarme con las piezas

Bienvenidos de nuevo. Cuando comencé a hacer puzzles, usaba cartones como método de clasificación de piezas. Pero había dos problemas: uno para el que no había solución, era mi gato que lo movía todo. Y el otro era que al apilarlos uno encima de otro, algunas piezas se quedaban adheridas a la parte inferior del cartón que tenía por encima, con lo que se convertían en claras candidatas a perderse.

El caso es que me compré de segunda mano un módulo archivador de papeles de 11 bandejas a muy buen precio, teniendo en cuenta que estaba intacto. Es de tamaño A4 y sus dimensiones son 36 x 32 x 36 cm. Existe la versión A3, que aumentaría la capacidad de almacenaje. Pero nuevos, su precio es más de lo que estoy dispuesto a pagar para la función que le quiero dar. Y de hecho, la estructura del módulo no deja de ser una simple estantería cajón que puede ser fácilmente fabricada.

Para ello necesitaremos cortar dos maderas de 32 x 36 cm y de 2 cm de grosor, que nos servirán de base y de tejado. Dos más de 32 x 36 cm también para los laterales, y otra de 32 x 28 cm para encajar en el fondo de los 4 costados. Lo uniremos todo con clavos o tornillos estrechos y reforzaremos la parte posterior mediante escuadras. Después, cortaremos 11 tabletas de 34 x 28 cm, que distribuiremos equitativamente por la superficie del cajón a modo de bandejas. Para sustentarlas utilizaremos unos topes o unas correderas para ello. En caso de usar correderas, deberemos tener en cuenta su grosor y restarlo de los 28 cm de anchura a cortar.

Pero a lo que iba: corté 22 láminas de fina madera de 3 mm de espesor a 33,50 x 26 cm y les puse unos topes de goma adhesivos. En cada bandeja del archivador, puedo sobreponer 2 láminas, triplicando así el espacio disponible. En la base de la bandeja, conviene utilizar también una fina capa de algún material antideslizante que impida el movimiento de las piezas del puzzle. Una cartulina serviría. Es importante que el clasificador tenga la parte frontal abierta, para poder así manejar mejor el encaje de las láminas sobrepuestas (existen otros de bandeja cerrada, que no son convenientes para el uso al que está destinado).

Sin llegar a excederme con la acumulación de piezas, puedo llegar a poner unas 90 por lámina/bandeja (9 filas horizontales y 10 verticales). Está cantidad puede variar un poco dependiendo del formato de las piezas que pretenda situar en ellas. Pero en resumidas cuentas, me resulta que multiplicando 90 x 33 (11 x 3) puedo llegar a organizar en poco sitio un puzzle de 3000 piezas.

Así que en definitiva, este es el resultado de cambiar esto:

Por esto otro:

Espero que os haya gustado. ¡Hasta la próxima!

Como contar las piezas de un puzzle de forma eficiente

Hola amigos. Muchos de nosotros, compramos puzzles descatalogados usados. Rarezas puzzleras y antigüedades, que fuera del mercado de segunda mano son improbables de adquirir. Con ellos es imposible saber de entrada si están completos, por mucho que el vendedor nos garantice su integridad. Podemos hacer el recuento pieza a pieza, pero es muy fácil equivocarse y caer en el error. Con puzzles pequeños, podemos repetir la cuenta un par o tres de veces para asegurar el resultado. Pero es de locos utilizar ese sistema en puzzles de mediano o gran tamaño. A continuación os explico como resolver ese problema sin demasiado esfuerzo. Procuraré resumirlo de manera esquemática y entendedora.

El primer paso es separar las piezas de ángulo recto y enlazar el marco. Debemos asegurarnos de hacer esta primera selección de manera correcta. Si ya de entrada nos falta alguna pieza empezamos mal el asunto. Aunque si eso ocurre, deberemos tener en cuenta las piezas perdidas para hacer el cálculo. Pero supongamos que el recuadro está entero. Haremos entonces la multiplicación de la base por la altura para saber con precisión el número de piezas exactas que componen el rompecabezas. Un puzzle no tiene por qué tener el mismo número de piezas que el número de piezas que marca su descripción. El redondeo al alza lo hacen las marcas con fines comerciales. Imaginemos pues que tenemos un puzzle de 6000 piezas, por ejemplo. En la base nos salen 81 piezas, mientras que la altura se compone de 74. Aquí no hay que ser experto en matemáticas, para entender que obtendremos la exactitud de piezas al multiplicar 81×74=5994 piezas. Podemos ahora demandar a la marca por publicidad engañosa y seguir con nuestras operaciones.

Debo aclarar que las cifras dadas aquí son meramente orientativas. Dependerá de la estructura interna de cada puzzle de que salgan unos números u otros diferentes. Y si bien es cierto que hemos dedicado ya un tiempo considerable sin llegar a ninguna conclusión, la parte que supondrá un alivio para nuestra mente será la siguiente.

Se trata de utilizar una cuadrícula del tamaño que queramos y marcar de alguna manera la décima casilla de cada columna. Esto se puede hacer sobre un cartón o una madera y del modo que seamos más ingeniosos. En nuestro ejemplo, emplearemos una lámina madera de 140 cm x 70 cm que dividiremos en 40 casillas verticales y 20 horizontales. Nos saldrán un total de 800 casillas de 3,5 cm². Las diez primeras hileras verticales corresponderán a una primera serie de diez y las diez segundas a una segunda serie, también de diez. Debe quedar muy claro que lo que estamos haciendo es duplicar el patrón para agilizar los números. Lo importante es que la sucesión de piezas sea con base 10 y dependerá de cada persona las dimensiones a elegir. Cuanto mayor sea la capacidad del encasillado, menos veces habrá que repetir el procedimiento.

Debemos entonces llenar la plantilla de piezas, una por casilla, sin preocuparnos de contar. El tablero segmentado ya actúa por si solo de marcador. Una vez todas colocadas, hay que retirar las piezas que ocupan la décima casilla de todas las columnas verticales, que hemos señalado en rojo, y agruparlas en una caja aparte, roja también. Tiene que haber 80 piezas si hemos hecho lo correcto, que tampoco nos molestamos en contar. El resto de piezas, que ya no volveremos a necesitar, las guardamos en una caja diferente, que nosotros hemos definido como azul.

Repetimos el proceso tantas veces como seamos capaces de llenar la tabla. En nuestro caso, al dividir 5994 entre 800, nos da como resultado que tendremos que repetir la pauta 7 veces. Pero en la octava secuencia, situaremos las piezas igualmente por ringleras hasta llegar a una quinta columna, señalada en amarillo, en la que solo podremos poner 8 piezas. Ese 8, serán las unidades,que una vez descifradas, desecharemos también al montón de piezas de la caja azul.

Nosotros que hemos hecho los cálculos, sabemos que en esa caja hay ahora un total de 5112 piezas. Pero ese es un dato anecdótico, que en su momento desconoceremos y no nos supondrá obstáculo alguno para hallar la cuantía defintiva. Nos sirve solo para dejar constancia, de lo que supondría para nuestra sesera contar tal cantidad de piezas de una en una.

Con las casillas del tablero otra vez vacías, repetimos la pauta pero utilizando exclusivamente las piezas que hemos acumulado en la caja roja. Tendría que haber 568 piezas, que tampoco nos detendremos a contar. Podremos ocupar con ellas 28 hileras enteras y nos volverán a quedar 8 piezas libres en la columna 29. Ese nuevo 8 lo asociaremos a las decenas. Nos quedaremos de nuevo con las piezas ubicadas en las décimas casillas, descartando las demás, que serán almacenadas con las ya desechadas anteriormente.

Tendremos ahora solamente 56 piezas en nuestro haber y procederemos a realizar otro reparto. Podremos rellenar 2 filas enteras y parte una tercera. La otra parte de esta tercera columna, corresponderá a una nueva serie decimal en la que únicamente podremos colocar 6 piezas. El 6 pues, será la cifra referida a las centenas. Y para averiguar el número correspondiente a las unidades de millar,no nos queda otro que el 5, que serán las 5 piezas que ocupan las 5 casillas rojas que hemos podido rellenar. Así que… !voilà! ya tenemos un número ganador: El 5688.

Pero ese número no será el número de piezas definitivo, ya que todavía debemos sumar las piezas del marco. Dijimos que teníamos 81 piezas por lado horizontal más 74 piezas por lado vertical. Así que la suma total de las piezas del perímetro será de 81+81+72 +72=306 (Sumamos 72 en vez de 74, porqué debemos restar 2 dígitos por número para no repetir las dos piezas ya incluidas dentro del 81). Esa cantidad hay que sumarla al cómputo de piezas que teníamos hasta el momento y obtendremos el resultado final: 5688 + 306 = 5994. Comprovamos que nos sale la misma cantidad de piezas que en la multiplicación inicial, con lo que ahora sí podemos afirmar con absoluta certeza que el puzzle está completo. Si el resultado es menor, sabremos también con seguridad que nos faltan piezas y nos han vendido un producto defectuoso.

Y hasta aquí este sencillo ejercicio de aritmética. Puede que en algún momento resulte algo confuso si somos más bien de letras que de ciencias. Pero os garantizo que es una manera rápida de calcular y evitaréis futuros quebraderos de cabeza. Espero haber servido de ayuda a alguien. Saludos.

Sobre Cifras y piezas

Cifras y piezas es un espacio de manualidades caseras, donde explico con detalle las técnicas que empleo en la composición de mis rompecabezas. Un lugar en el que mediante senzillos diagramas, pretendo explicar los cálculos y métodos de organización que utilizo durante el montaje. Y sí, el nombre hace alusión al famoso programa de televisión Cifras y letras, que en su día tantos buenos momentos me aportó.

El pequeño bricolaje aplicado al mundo del puzzle es tan dispar como aficionados al tema pueda haber. Hay gran variedad de recursos por utilizar y cada cual se plantea lo suyos en función de su destreza y sus necesidades. Pero compartir un pasatiempo no es más que eso: intercambiar costumbres, habilidades y experiencias.

En esta publicación solo pretendo echar una mano a quien pase por aquí y la pueda necesitar. Quizás hasta llegar a ser fuente de inspiración. Y todo ello, claro está, sin más motivo e interés que la propia difusión de ideas y contenido. Deseo que os guste y que os sea de utilidad.

Bienvenidos a Cifras y piezas.